Siempre he pensado a la salud como una construcción dinámica, porque no solemos ser mujeres que estamos siempre en completo bienestar o malestar, sino que muchas veces hay áreas de nuestra vida que se hayan más o menos equilibradas que otras, y comprender que la salud es integral sus aspectos biológicos, psicológicos, los valores personales que nos guían, todo en un contexto social. Hay que conectarse con nuestra verdadera naturaleza, respetando el propio cuerpo con nuestros ritmos, tiempos, aprendiendo a cuidarnos con amor. Así ser protagonistas y las gestoras de nuestra salud.