La presión en base a los estereotipos de belleza de base social luego internalizados puede generar rechazo a la propia imagen y dañar la autoestima. Por lo tanto, la aceptación corporal es siempre positiva.
Aceptar implica <normalizar> la diversidad de los cuerpos, con todo tipo de tamaños, formas, lo que incluye el sobrepeso, las estrías, la celulitis, piernas muy delgadas, acné y los interminables etcéteras, por los que una mujer no se siente cómoda.
Nunca tiene que ver la aceptación del cuerpo con la promoción del no cuidado de la salud física, sino tiene que ver con el cuidado de la salud mental. Porque aceptar no significa que todo me gusta de mi cuerpo, sino que no me odio, ni me autoagredo, ni me critico. Lo que sí es decidido puede llevar a un cambio, pero será desde el lugar del amor.
La aceptación ayuda a preservar o mejorar la autoestima (sabemos lo mala de la autoestima baja y sus consecuencias), a evitar ansiedad por el cuerpo, trastornos de la conducta alimenticia, depresión.
Como efecto secundario más, tenemos tratar empáticamente a las demás personas validando así todos los tipos de cuerpo.