Las madres suelen ser una figura de referencia vital por lo que su muerte genera un enorme vacío que suele ser una bisagra en la vida de quien la sobrevive.
El duelo va a estar condicionado por la calidad de la relación previa, las circunstancias de la muerte, la edad, entre otros aspectos.
A veces después de la muerte quedan sensaciones contradictorias en torno a lo que fue esa madre. Hay que intentar ubicarla en lo que fue.
Muchas veces el vínculo entre los hijos, las hijas cambian, momento de decidir, priorizar.
Para llegar a la aceptación y sanar el dolor de la pérdida de una madre hay que atravesar y no ignorar el dolor. Sanar no significa que no vuelva el dolor en otros momentos.
Tips:
-validarse las emociones, no evitarlas,
-buscar compañía o no de acuerdo a lo que se quiere,
-buscar un grupo de apoyo,
-rememorarla (visitar lugares que se visitaban en común, diseñar un video, plantar un jardín, enmarcar fotos, escribir.)