Es demostrar empatía, compasión, respeto hasta la persona que se dirige. Es interactuar sin hacer daño.
Para comunicarnos con la otra persona tenemos que escuchar de manera consciente, e intentando ponernos en su lugar y hablar en base a lo que nos pasa a nosotras escuchándonos, registrando nuestro pensamiento, emociones, necesidades.
Así poder expresarnos de la mejor manera para que se comprenda el mensaje.
Es importante tomar en cuenta ambas partes, hay que intentar negociar.
Es importante: -ser auténtica -expresar lo que sentimos -respetar nuestras necesidades y valores.
Esto lleva a tener relaciones más sinceras.
Para esto hay que observar el hecho que nos afecta, preguntándonos ¿qué es lo que nos molesta de esa situación? (Recordemos siempre que no se juzga a la persona.)
Luego hay que identificar que emociones aparecen y se experimentan frente a las situaciones para poder expresarlos.
Luego viene la forma de pedir de la manera lo más abierta posible que permita negociar. Hay que pedir lo que se quiere de manera positiva (no es pedir lo que no se quiere), lo más explícitamente para que quede claro y no se pueda interpretar erróneamente (simple, clara, precisa).
Evitar: negar el conflicto (hay que aceptarlo), subyugar ante el conflicto, violencia, juzgar, usar el <vos> <tú> (enfocarse en el yo y en el nosotras para la búsqueda de la solución).
La otra persona debe obviamente escucharte y estar atenta, favoreciendo el diálogo y la cooperación.